
El sumo pontífice falleció esta mañana a los 88 años. Había sido elegido el 13 de marzo como cabeza de la iglesia católica. Ayer había dado su último mensaje durante la celebración de Pascuas, siendo esta su última aparición pública.
Jorge Mario Bergoglio había nacido en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936 y fue el mayor de 5 hermanos. Ingresó al seminario de la Compañía de Jesús a los 21 años y fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, doce años después. En junio de 1973, fue nombrado provincial de la Compañía de Jesús en la Argentina, cargo que ejerció durante seis años. De 1980 a 1986, presidió el Colegio Máximo de San Miguel, un centro universitario jesuita.
El 13 de marzo de 2013, el cónclave que se celebró tras la renuncia de Benedicto XVI eligió como papa a Jorge Mario Bergoglio, quien manifestó su voluntad de ser conocido como Francisco en honor al santo de Asís.
El sumo pontífice participó ayer de la celebración de Pascuas desde el balcón de la basílica de San Pedro, desde donde ofreció la tradicional bendición “Urbi et Orbi”. Nadie sospechaba que esta sería su última aparición pública. “No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”, afirmó ante unos 35.000 fieles congregados en la plaza.
El papa Francisco murió esta mañana a las 7:35 horas de Roma, según informó el Vaticano. El cuerpo del Papa será colocado en un ataúd de madera con interior de zinc, en lugar del antiguo sistema de tres ataúdes (ciprés, plomo y roble). También se ha eliminado el velatorio privado en la capilla del Palacio Apostólico, por lo que el cuerpo será trasladado directamente a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá expuesto en un féretro abierto, sin el uso de un catafalco ni la colocación del báculo papal.
La misa exequial se celebrará en la Plaza de San Pedro. Finalizada la misma, el féretro será trasladado a su lugar de sepultura. Aunque la tradición dicta que los papas sean enterrados en las grutas vaticanas, Francisco dejó expresado su deseo de ser inhumado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.







